Margen

El margen se refiere a la práctica de pedir fondos prestados a una correduría para operar con activos financieros, amplificando tanto las ganancias potenciales como los riesgos. Por ejemplo, si inviertes $10,000 con un requisito de margen del 50%, puedes comprar hasta $20,000 en valores. Si esas inversiones aumentan un 10%, podrías ganar $2,000, pero si disminuyen en el mismo porcentaje, perderías $2,000, lo que podría dejarte con un saldo negativo después de tener en cuenta los costos de interés.

Un concepto erróneo común es que el comercio de margen se trata solo de apalancar tus inversiones; también implica comprender el riesgo de las llamadas de margen. Si el valor de tus inversiones cae por debajo de un cierto umbral, tu corredor puede requerir que deposites más fondos o vendas algunos activos para mantener el requisito de margen. Por ejemplo, si tu inversión de $20,000 cae a $15,000, podrías enfrentar una llamada de margen si tu corredor requiere un capital mínimo del 25%.

Para evitar errores, los inversores deben evaluar su tolerancia al riesgo y tener una estrategia de salida clara. Usar margen puede llevar a pérdidas sustanciales, particularmente en mercados volátiles. Una buena regla general es limitar el uso de margen a un pequeño porcentaje de tu cartera de inversiones total—generalmente no más del 30% al 50%—para mitigar el riesgo.

En resumen, aunque el margen puede mejorar tus retornos de inversión, conlleva riesgos significativos. Siempre realiza una investigación exhaustiva, comprende las reglas de margen de tu corredor y prepárate para las fluctuaciones del mercado para proteger tu inversión.